Tres consejos para evitar problemas con los neumáticos en los boxes de autolavado

El simple lavado del coche en cualquiera de los boxes presentes en miles de gasolineras españolas acarrea peligro para los neumáticos, por pérdida de estanqueidad. Las incidencias con toda clase de cubiertas han ascendido un 22 por ciento en los dos últimos años, afectando a 5 de cada 100 coches que utilizan este servicio, ya mayoritario frente a los túneles clásicos de lavado.

Las 3 recomendaciones de seguridad que os damos son:

- Evitar la aplicación directa de la lanza de agua a presión en la zona de encuentro de cubierta y llanta.

- Utilizar siempre la lanza de agua a más de 20 centímetros del neumático.

- Descartar la utilización de agua caliente y detergentes muy agresivos en la zona de unión de los dos elementos claves de la rueda: llanta y neumático.

El lanzamiento de un chorro de agua a menos de 20 centímetros de la rueda durante más de 5 segundos debilita la unión del neumático con la llanta, facilitando el desinflado.

La separación accidental de la cubierta y la llanta puede surgir si la lanza de agua presurizada se aproxima demasiado a la zona de unión durante más de cinco segundos. Los riesgos se multiplican cuando el agua se dispara a más de 110 bar de presión, cuando la lanza se sitúa a menos de 20 centímetros del flanco de la rueda o cuando se utiliza agua con un detergente agresivo para el pegamento.

Por ello, siempre que se utilice este utensilio se hará a más de 20 centímetros.

El debilitamiento de la conexión entre neumático y llanta, con la consiguiente pérdida de aire, no se percibe de inmediato. Es un proceso lento, que puede durar varios días. Muchos usuarios que han padecido este problema en sus vehículos no encuentran, por tanto, una relación directa entre un lavado inocente y un neumático desinflado en el momento más inoportuno. La solución es sencilla: "lanzar el agua a más de 20 centímetros de distancia".

Talleres Rebate Casares de Navalmoral, siempre al servicio de sus clientes.